26 febrero, 2006

Al mal tiempo buena cara

Derrota del equipo femenino frente al E.W. Zaragoza (10-19) y remontada en el último cuarto del equipo masculino en su visita a Málaga contra el C.W. Marbella (9-11).

Un fin de semana tormentoso el que se presentaba para el C.W. Dos Hermanas a principio del último cuarto del partido que enfrentaba a los chicos en la pisicna de Carranque en Málaga al conjunto marbellí porque de haber terminado con el resultado que aparecía en el marcador (8-6) hubiera sido la segunda derrota consecutiva del club el mismo sábado, que desde el inicio del día ya preveía el mal tiempo no muy buenos augurios para los nazarenos.

Pero una serie de correcciones defensivas y un par de aciertos a tiempo a seis minutos del final del partido arrebató la confianza al equipo de Marbella que había mantenido a lo largo de todo el encuentro, cimentada desde el comienzo por dos magníficos goles de un fichaje zurdo catalán, que sorprendieron al planteamiento defensivo de los de Ruper.

El marbella, es un equipo que se basa en la calidad de sus componentes, exjugadores de multiples antiguos equipos de waterpolo, y están demostrando su efectividad al encontrarse hasta esta jornada pasada en segunda posición. Fue un partido muy disputado de prinicpio a fín y Ruper consiguío acertar en la anulación del zurdo, obligando una modificación que no llegó en el ataque de los locales. Jota estuvo acertadísimo durante todo el encuentro y demostró con su calidad que el equipo sabe serenarse ante momentos "tormentosos".

Las chicas por su parte tuvieron un día en que la lluvia de goles que recibieron, principalmente en el tercer cuarto, no demuestra absolutamente nada en cuanto a falta de calidad por su parte. Fallaron una serie de cualidades en las que se ha basado el juego del equipo a lo largo de la temporada, como si el viento que azotaba los ventanales de la piscina por la tormenta se hubiera llevado la reacción que tantas veces hemos comentado. Errores defensivos básicos, desacierto en la portería, pases erroneos. Pero no todo hay que achacarlo a errores no provocados, pues el juego maño desde un principio estuvo marcado por unas lanzadoras geniales desde "siete metros", y una defensa acérrima a las principales bazas de ataque nazarenas, que solo permitieron alcanzar en el tanteador unos meritorios diez goles frente a una fortísima defensa y una excelente portera, que llegó a realizar varias paradas a dos manos en las escuadras.

Después de la tempestad viene la calma. Esta tormenta ha traido agua muy valiosa en nuestra tierra, y para nuestros equipos claridad en ciertos detalles que tienen que quedar claros para poder continuar avanzando a pesar de los "elementos", a pesar de fallar en alguna ocasión. No olvidemos que para aprender a no caer hay que tropezar primero.

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